Día ocho: Envidia
Quién tuviera la desfachatez de la flor,
pécora impúdica
que al primer avisto de un sol
desguaza su sexo
en franca invitación
a ser penetrada.
pécora impúdica
que al primer avisto de un sol
desguaza su sexo
en franca invitación
a ser penetrada.


1 Comments:
¡Ay señor! Me sonroja usted. No sé qué decir...
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