Día diecinueve: Obsesión
No puedo caminar en paz por la casa.
La perra me persigue
y me muerde las pantorrillas.
En realidad,
muerde lo que puede,
lo que alcanza.
Su persistencia me asusta.
Perra de circo,
brinca y me pellizca las nalgas.
Sus pequeños colmillos
son armas gentiles
que me desesperan.
La regaño pero no le importa,
responde a mis gritos con más gritos.
Talvez no es su culpa.
Talvez,
como a vos,
sólo le gusta mucho
el olor de mis piernas.
La perra me persigue
y me muerde las pantorrillas.
En realidad,
muerde lo que puede,
lo que alcanza.
Su persistencia me asusta.
Perra de circo,
brinca y me pellizca las nalgas.
Sus pequeños colmillos
son armas gentiles
que me desesperan.
La regaño pero no le importa,
responde a mis gritos con más gritos.
Talvez no es su culpa.
Talvez,
como a vos,
sólo le gusta mucho
el olor de mis piernas.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home